Seamos sinceros, la fiesta estaba siendo un tremendo éxito. Las chicas disfrutaban como niñas pequeñas y yo sentía que las horas que había pasado intentando conseguir esas entradas VIP habían valido la pena… -¡Oh, perdona! No te había visto…
Una silueta inconfundible se mostraba ante mí. Más guapo que en los posters, que en los vídeos y fotos de mi móvil. Oh my Gango.
- ¿Estás bien?-Me preguntó preocupado.
-Oh, sí, perdona… estaba enfrascada en mis asuntos…-le decía mientras me agachaba a recoger mi pinza de pelo.
Fue en ese momento cuando Álvaro se agachó junto a mí y nuestras
manos se rozaron. Sentí una descarga que me recorrío la columna.
- Aquí tienes - Esbozó es sonrisa suya - ¿Damos un paseo? - Me ofreció de nuevo su mano.
No me pude negar.
- Aquí tienes - Esbozó es sonrisa suya - ¿Damos un paseo? - Me ofreció de nuevo su mano.
No me pude negar.
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